martes, 17 de noviembre de 2015

Adiós Facebook, hasta la vista.


Esto es temporal, volveré... Te perderás las publicaciones de...
A partir de mañana, cantaba Alberto Córtez, empezaré a vivir la mitad de mi vida, a partir de mañana, empezaré a volver de mi viaje de ida...
No quiso dar más detalles, tras contestar al cuestionario de desactivación de facebook, red, en la que creía perder tanto tiempo y gastar tantas energías, o hacerlas desaparecer, en un ejercicio hueco, efímero, inútil.
Llevaba algunos días mentalizándose sobre el abandono, incluso, sobre la eliminación total de la cuenta, no era la primera vez, solía abandonarla para engancharse a otras cosas que también tenía abandonadas.
No tenía tantos amigos, y pese a considerar que sus publicaciones suscitaban el interés de algunos de ellos, tampoco era ajeno a la compulsividad e impulsividad con la que a veces se prodigaba, y la necesidad imperiosa de publicar, al menos una o dos veces al día, de compartir parte de lo que pasaba por su mente, sin fisuras, sin disimulos, con rotundidad.
Facebook era un lugar de encuentro, una conexión entre personas distantes, un intercambio de gustos y un sitio por lo general, fatigante, lleno de vulgaridad y de publicaciones farragosas y triviales, con aisladas excepciones. 
Echaría de menos a personas que le motivaban especialmente a seguir, y personas a las que seguir, por encima de mensajes masivos, de publicaciones prescindibles, de hirientes errores gramaticales y ortográficos, de cartas abiertas mostrando las jugadas, las buenas y las malas. Facebook era una droga, una pasarela para conectarte con la etérea realidad de la virtualidad, pero al mismo tiempo, era algo fantasmagórico, irreal, sin substancia, olvidable.
Una quimera ideada como alternativa a la ocupación, una peligrosa adicción frente al aburrimiento de las horas muertas, un paraje desierto por el que a veces transitaba un unicornio, una ciénaga de lodo donde retozaban las grandezas y miserias sin disimulo. Parapeto publicitario de siglas, negocios e intereses, todo ello mezclado o agitado, cual bebida de famoso agente secreto.
Abandonar, abandonarse, perder, perderse, aceptar, aceptarse, amar, amarse, cuánto dolor y satisfacción se podía conseguir con el reflexivo "se".
Ya no podría suscribirse a "yo también soy", "todos somos" , "todos a una fuenteovejuna", no podría seguir cada muestra solidaria, cada enfervorizado grito de rabia e impotencia contra la crueldad humana, cada adhesión inquebrantable a una causa justa, los vídeos de zutanito, los logros de menganita, las fotos de las juergas de x y las patadas al diccionario de c. Sin embargo, en solitario, en otros foros, uno sigue teniendo su opinión que puede o no coincidir con la de la  masa, facebook es solo un altavoz que empieza a sonar cascado, como en esos bares de acústica lamentable en el que solo se oye un murmullo que crece y te impide mantener una conversación con atención. Tal vez vuelva a facebook, pero únicamente porque añora las fallas ortográficas de c y la dislexia de t. o quizás porque quiera seguir reflexionando en voz alta sobre la realidad tan loca que vivimos y su reflejo en ese mismo medio, del que tanto le cuesta sustraerse.

martes, 3 de noviembre de 2015

Puertas frías, tiburones en expansión, trabajos de esclavos...

Si te llaman para trabajar en esas empresas que reclutan personal de captadores, de comerciales, de técnicos, de asesores, a través de portales de empleo online, que dicho sea de paso, también se lucran con tu desesperación y te bombardean con publicidad que no quieres y con correos que terminas clasificando de spam, ponte alerta.
No te dejes engañar por productos de multinacionales que tienes que comprar para después vender y organizan charlas en hoteles y te dan un café aguado y hay testimonios de referidos, pruebas parecidas a la escenificación que hacían de los tónicos milagrosos en el antiguo oeste, los ganapanes de la ingenuidad ajena.
En las primeras ofertas para el sector comercial, un porcentaje muy elevado de anuncios de trabajo, contiene engaños manifiestos en la práctica y condiciones abusivas en la contratación, en las segundas, el engaño es total y lo que es peor, vas a perder el poco dinero que tengas, comprando productos supuestamente milagrosos y completamente innecesarios, que vas a sufrir para vender o que terminarás comiéndote cada mes en base a un contrato engañoso.
Ve a la entrevista o a la charla preparado, no únicamente para conseguir el supuesto trabajo que te saque de la inopia, de tu condición de parado de larga duración, de tu otro trabajo basura, de tu zona de miseria o de confort, ve preparado y alerta para saber las condiciones de tu contrato o el hipotético chollo que te quieren colocar.
Lee tu contrato, que te den por escrito las comisiones que vas a cobrar, procura que te formen bien e infórmate tu, mira detalladamente las condiciones de tu patrocinio de productos milagros, por delante y por detrás antes de firmar nada, exígelo cuando te pongan excusas para no dártelo o ni siquiera te hablen de él y te tengan trabajando con las fotocopias de tu dni y de tu afiliación, por si las moscas pasa algo que les pueda perjudicar, recela de milagros financieros y de palmadas en la espalda y de premeditadas adulaciones para conseguir tu motivación o tu reclutamiento.
Investiga navegando por los foros, aprenderás mucho, tanto, que te costará trabajo trabajar, sobre todo en esas empresas que se publicitan en estudiadas ofertas de portales job punto com y entonces lo mismo cambias de estrategia o te decides a hacer algo más productivo o al menos no regalarles tu tiempo en demasía, sólo el necesario para comprobar que se trate de algo serio o de lo mismo de siempre.
Puede que seas un excelente comercial y tengas una paciencia infinita, puede incluso que hasta puedas vislumbrar el inicio del éxito en esa oportunidad, te convencerás de intentarlo, pasarás por ello más tiempo o menos tiempo, con resultados desiguales que pondrán a prueba únicamente, tu capacidad de aguante, aparte de tu profesionalidad, y el nivel de exigencia con tu conciencia, si la tienes, seguramente ese no sea tu trabajo, al menos si te amoldas a las circunstancias en que se lleva a cabo por parte de las empresas, entonces, tu no eres el que lleva la batuta, eres un engranaje más del sistema patético que existe de comercialización de cualquier producto, en el que por regla general, no se informan de los engaños y de las cláusulas recónditas.

No se te ocurra entrar en un sistema piramidal o en cualquier cosa parecida que mencione expresamente que no es piramidal, todos los que tienen referidos lo son. No estés tirado en la calle pagándote tu comida y trabajando para ellos sin haber leído tu contrato y tus condiciones y haberte convencido que realmente podrás servir para lo que te exigen y para lo que te van a pagar, no se te ocurra empezar a  gastar combustible con tu coche bajo la promesa de un coche de empresa si cumples unos objetivos descabellados, no uses tu propio teléfono, ni tu línea ni tus megas para solventarles su trabajo o si el contrato no recoge que te pagarán expresamente los desplazamientos que realices a razón del kilometraje, si haces todo esto sin antes leer un contrato, lo harás gratis, tienen recambios para aburrir, te usan como un kleenex, cuando te arrugas ya no les sirves y sacan otro rápidamente, con nuevas promesas que no se cumplen y engaños tan taimados como despreciables.
Recuerda que igual que hay técnicas para vender; la ley del embudo, el caramelito, el cebo, la promoción que caduca, también las hay para pseudocontratar, para poner a prueba tu resistencia, para ver lo pardillo y confíado que puedes llegar a ser y cual es tu nivel de tolerancia a la explotación, recuerda que se nutren de la desesperación de sus candidatos y del "voy a probar", ese es su combustible, no se lo des gratis.
Tienen legiones de ingenuos, de aguilillas, de cretinos y desesperados, llamando a sus puertas, tienen carnaza fresca gratis para hacer reflotar sus números a costa de tu sangre, les importas una mierda. No les regales ni un día, si lo haces, estarás perdido, no pierdas tu tiempo, no quemes tus energías, a la primera señal de alerta, vuela de allí si tus sospechas son confirmadas.
Deja que se pudran hablándote de ascensos inexistentes, de premios ilusorios, de la felicidad, el honor, el privilegio y la suerte, de trabajar para ellos o de comercializar sus productos. Si estás ahogado por las deudas, si no te queda otro remedio, busca otra salida, si no la hay, lucha, quizás venga un soplo de suerte que te aleje de allí, pero no estés a cualquier precio y menos, sin papeles.
Permítete el lujo si puedes, de mandarlos al puto infierno, de joder sus ventas, de manchar su cacareada reputación, de denunciarlos en las redes, de hacer lo propio en la inspección de trabajo.
La vulneración de los derechos laborales, los abusos y la denigración de los trabajadores y el engaño a los crédulos consumidores, se ha convertido en moneda corriente en los últimos tiempos, entre empresas de todo calado y de cualquier sector; ventas a domicilio de particulares y empresas, legiones de soldados dispuestos a morir en las trincheras de la calle, de las carreteras, de los referidos y de las puertas frías. No permitas que te impongan un horario y unas condiciones si eres autónomo y te pagas tu cotización, sé tú al menos el que marque la pauta de tu trabajo. Y entonces, sólo puede quedar uno, como en los inmortales, pero lo más seguro es que no seas tú, porque terminarás asfixiado a poco que tengas o te quede algo de dignidad y un plato en la mesa.
No hace falta ser sindicalista para darse cuenta de ello, ni estar adscrito a ningún partido, ni que te represente nadie del espectro político que impera en la actualidad, no hace falta ser un antisistema para saber que algo se está haciendo muy mal, mientras roban con el dinero de tus impuestos, comercian con tu formación, te usan solo para sus lastimeras estadísticas y se lucran con tu sufrimiento y llaman puesto de trabajo a cualquier mezquindad basada en el engaño que aumenta las cifras de oscuras corporaciones y te atan una cadena pesada en la que tienes que mentir para sobrevivir, mentir para medrar.
Este indignante mercadeo ha sido creado por liquidadores de nuestra existencia, que estudiaron este sórdido y denigrante sistema de marketing que adoptan empresas y empresarios maleantes para que la rueda siga girando y se despeñen por sus muescas, miles de ilusos. Empresas regentadas por tiburones sin escrúpulos para los que vales igual que una colilla, a no ser que les enciendas sus números cada día a cambio de un salario de miseria y unos objetivos que requieren de ti que no tengas vida, salvo el domingo y que seas inmune al engaño ajeno que se oculta en aras de los objetivos.
Viva el derecho romano, que al esclavo manumita y al vulnerador de tus derechos, le mete mano, ojalá ocurriera más veces.
Muy probablemente, nuestros hijos heredarán un mundo corrompido y cobarde, si no hacemos nada por denunciar cada latrocinio, cada acción abusiva, cada pisoteo que se hace de la dignidad humana en el ámbito laboral y sobre todo, si no hacemos algo por cambiar la base de nuestras relaciones comerciales y desde altas instancias se persiguen las prácticas fraudulentas de estas empresas que se enriquecen con sus políticas de explotación, defraudando al estado, al consumidor  y pisoteando la dignidad humana.