miércoles, 18 de abril de 2018

Voceras gratuitos

Una de las cosas más difíciles que hay en este mundo hipercomunicado, es tener un pensamiento crítico y libre. Las ideologías de los medios de comunicación existentes en cada país, terminan de alguna forma socavando y destruyendo la imparcialidad de nuestros análisis y opiniones, de forma soterrada a veces y otras con una tendenciosidad realmente despreciable. 
Dan carnaza a diario a nuestras vísceras y las alimentan con la perfección de una maquinaria de reloj suizo. El poslenguaje de los medios para maquillar la realidad con expresiones almibaradas, los estados y corrientes de opinión nos invaden desde los diferentes medios informativos y es extremadamente difícil desgranar lo real de lo inventado. Ver detrás de las cortinas de humo y mantenerse ajeno, sin opinar de todo cuanto acontece. Somos manipulables y ellos saben mover bien los resortes para que nos convirtamos en altavoces gratuitos de sus oscuras intenciones, haciéndonos ver que somos libres para opinar, cuando en realidad, nuestra opinión se fundamenta en una gran mentira, una gran estafa urdida por quienes nos siguen engañando a su antojo y nos distraen con deportes, encuestas, votaciones, nacionalismos, alcobas reales, shows de la realidad y corruptelas de unos y otros que se tapan entre ellos eternizándose en los juzgados y alimentando el lucrativo negocio de los mass media. Si pusiéramos en cuarentena cada opinión e información que nos llega, terminaríamos dándonos cuenta que todo es bastante pestilente y que la realidad se ha convertido en una especie de culebrón bicéfalo, en el que disparan su pólvora los ideólogos de derechas e izquierdas y nosotros expandimos su sucia metralla, ignorantes y ajenos al meollo de la cuestión. Cada vez es más absurdo opinar y tomar en serio a la prensa, a la radio, a las agencias de información, a las televisiones, porque en el fondo son un negocio que se debe primero a las ideologías y luego a la legión de borregos que consumimos su bazofia sesgada.


"El capitalista y el editor son los nuevos tiranos que se han apoderado del mundo. Ya no hace falta que nadie se oponga a la censura de la prensa. No necesitamos una censura para la prensa. La prensa misma es la censura. Los periódicos comenzaron a existir para decir la verdad y hoy existen para impedir que la verdad se diga."

(Gilbert Keith Chesterton)